Mi esposo y yo teníamos poco más de un año de casados cuando descubrí que estaba embarazada. Por distintas circunstancias, al mismo tiempo atravesábamos lo que hasta ahora consideramos como una de las peores etapas que hemos vivido. Lo hablamos y juntos decidimos que NO era opción tener un hijo, pues estábamos tan mal que no teníamos la seguridad sobre si seguiríamos juntos. No fue el único motivo, pero sí el principal. Opté por el procedimiento con medicamento, sin embargo, fui uno de los pocos casos en los que no se logra la interrupción «total». Me dio un gran alivio que, tal y como Marie Stopes ofrece, si el medicamento fallara, se realiza el nuevo procedimiento sin ningún cargo adicional. Y así fue, ya no tuve que pagar nada y la interrupción se completó. La relación con mi esposo se estabilizó, y aunque seguimos teniendo algunos conflictos, hoy sabemos que, de haber seguido con el embarazo, en primer lugar no estaríamos juntos, y en segundo todo sería complicado teniendo un hijo, estando separados; peleando por la estabilidad de ese bebé. Un hijo no arregla un matrimonio que va mal. Eso pensamos. Yo siempre he estado a favor de la interrupción legal del embarazo. Desde su autorización en la CDMX me mantuve al tanto de cómo y dónde se realizaba; y así fue que supe de Marie Stopes. Por ello, cuando llegó el momento, ya los seguía en Facebook.

Me dio mucho gusto venir con ustedes. Todos, sin excepción, son muy lindos y atentos. Todo es muy tranquilo, sin alteración alguna. Una ILE es una decisión valiente e inteligente. La vida tiene errores, y todo tiene un tiempo, el cual nosotras decidimos. Muchas gracias.

Soy madre de 2 hombres, añoré por un tiempo tener una niña, pero luego se fue el deseo, por lo que a mis 39 años fue una sorpresa saberme de nuevo embarazada. Nuestra situación económica estaba en su peor momento, mi esposo había perdido su negocio, no teníamos posibilidad de recibir un hijo más, el temor de la edad y las complicaciones del último embarazo me aterraron. Mi esposo y yo decidimos interrumpir el embarazo. La ILE había sido recién «legalizada» en la CDMX. Buscamos y encontramos a Marie Stopes. En la consulta me trataron con incondicional comprensión, me despejaron las mil dudas que tenía, me dieron los medicamentos y las indicaciones. Elegí hacerlo en casa, pero aun así me acompañaron en todo momento. Llamé un par de veces a la línea y me iban explicando mis reacciones. Ya pasaron 6 años, y aunque fue muy difícil, sé que fue la mejor decisión. Si a alguien le sirve leer mi experiencia, deben saber que no están solas, en la clínica y en la línea estarán acompañadas.

Siempre he sido una chica irregular, cuando supe de mi embarazo ya tenía 6 semanas. Mucho antes de eso fui a que me pusieran el implante, pero al ser una joven epiléptica, no me podían poner ningún anticonceptivo hormonal, por lo que solo me protegía con condón, evidentemente ocurrió un accidente. Tenía planes: viajar, una maestría, ejercer mi profesión. A mis 22 años no cabía en mis planes un hijo, por lo que decidí interrumpir el embarazo. Fui a Marie stopes, el trato fue completamente amable, resolvieron todas mis dudas de manera muy empática, me pusieron el DIU de cobre, pero sigo usando condón. Sin duda, tomé la mejor elección. Me encuentro feliz y plena gracias a Marie Stopes.

Tengo 24 años y en ese momento un novio formal, cada vez que teníamos relaciones nos cuidábamos con condón, pues aunque ambos teníamos un trabajo, el mío no era lo suficientemente estable como para traer a la vida a un ser, aparte de que teníamos muchísimos otros planes para nosotros como pareja y personales, independizarnos, establecernos económicamente, adquirir una casa, viajar y hasta casarnos, por mencionar algunas. Un día estando en el acto el condón se safó y quedó dentro de mi vagina hecho bolas, a lo que de inmediato conseguimos la píldora del día después y me la tomé ese mismo día, (realmente no queríamos hijos). Tras transcurrir 3 semanas y media después de la toma, me vino un ligero sangrado, y aunque fue leve, le adjudique a que había sido por la pastilla y el descontrol hormonal que ella ocasiona y lo deje pasar pensando que era mi menstruación. Pasaron 3 semanas más y yo empezaba a tener mareos, sueño excesivo, ascos, antojos y desprecio a algunas comidas, lo cual me hizo entrar en duda, pues según yo a mi ya me había bajado. Sin quedarme con la duda le conté a mi novio y acudimos al ginecólogo en cuanto conseguimos una cita libre, este me confirmó que tenía 7 semanas y 5 días de embarazo, y que inclusive el embrión tenía latido, mi vida se desmoronó en cuestión de segundos, en ningún momento sentí lindo escuchar… «estás embarazada», como dicen sentir otras mujeres, fué todo lo contrario, fue una sensación de perdición, embarazarme no estaba en lo absoluto en mis planes, definitivamente NO quería ser mamá y mi novio concordaba conmigo. La ginecóloga me explico a detalle todo en relación al procedimiento, indicándome que sentiría fuertes cólicos y sangrado. Seguí al pie de la letra todo lo que la doctora me indicó pero para mi desgracia el medicamento no me hizo ningún efecto, y yo ya estaba completamente desesperada y asustada, después de 8 horas la ginecóloga tomó la decisión de practicarme un legrado. Asistí a la clínica, todos me trataron de maravilla, las enfermeras muy amables y atentas me brindaron toda la información necesaria para tranquilizarme, pues jamás había estado en alguna operación o cirugía de ningún tipo. Después de aproximadamente 20 minutos, salí del procedimiento, estuve en reposo 6 horas y salí caminando de ahí. Lo juro, cuando la doctora me dijo que todo había salido bien y ya podía irme a casa, sentí un alivio indescriptible, quería casi casi abrazarla de la felicidad, sentí que la vida me había dado una segunda oportunidad. Al día de hoy no tengo remordimiento alguno, no siento culpa y de hecho sostengo y afirmo que esa fue, aunque difícil, la mejor decisión «de vida» de mi vida, y siempre con el apoyo de mi novio, familiares cercanos y de ginecóloga que me mantuvo informada todo el tiempo sin juzgarme. Tengo 24 años, tengo sueños y grandes aspiraciones, el ser mamá ahora no es una de ellas.

Tengo 35 años de edad, hace 4 o 5 años tenía una pareja con la cual ocurrió un embarazo no planificado, aún y cuando tomé la pastilla de emergencia siguiendo las indicaciones tal cual. Lo platicamos y llegamos a la conclusión de que no era tiempo de tener un hijo (yo tengo uno de una relación anterior) así que me dediqué a buscar una clínica confiable, así fue como encontré a Marie Stopes. La atención fue excelente, no me sentí juzgada, ni cuestionada en ningún momento. Fue una decisión difícil pero necesaria. Actualmente ya no estoy con esa pareja, y cada día estoy más convencida de que fue la mejor decisión. Estoy en un buen trabajo, estudio la preparatoria los sábados y disfruto mucho a mi hijo.

Al ser menor de edad, y de provincia, comencé a buscar en internet métodos para abortar, pero después me di cuenta de lo peligroso que podía ser sin contar con apoyo médico. Así que junté lo suficiente para ir a la CDMX y realizarme una interrupción del embarazo lo más pronto posible. En Marie Stopes me recibieron muy bien, me hicieron estudios y pruebas antes de todo. Al final del procedimiento me sentía completamente normal. Agradezco a Marie Stopes por brindarme la opción de poder decidir cuándo ser madre y no simplemente por accidente. Me dio una segunda oportunidad, lo cual me hace pensar lo complicado que es esto para alguien que no es de la capital, yo por lo menos pude pagar mi pasaje a la CDMX y el procedimiento, pero las chicas que no pueden costearlo arriesgan sus vidas con métodos de internet.

Hace 6 años mi pareja y yo decidimos no ser padres. Yo soy originaria de Morelia, Michoacán, tenía mucho miedo, pero al llegar a la clínica me encontré con un personal tan cálido y profesional que no cuestionaron nuestra decisión y me dieron la confianza y respeto que toda mujer merece. Al principio fue muy difícil asimilarlo, pero hoy reconozco que ha sido la mejor decisión que tomamos. Me he realizado en muchos sentidos de mi vida, situación que se me habría complicado si hubiera llevado a término mi embarazo gemelar.

Mi pareja y yo acudimos a la clínica Marie Stopes. Veníamos desde Monterrey, Nuevo León. Todo el proceso fue el mismo día. Fue un poco difícil, pero valió la pena.